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Ámsterdam dejará de multar a las personas sin hogar por dormir en la calle

Las personas sin hogar en Ámsterdam ya no serán sancionadas por dormir en la vía pública. Así lo anunció la alcaldesa Femke Halsema en una carta al ayuntamiento, indicando que la medida entra en vigor de forma inmediata.
Las multas no resolvían el problema
Según Halsema, las multas "no ayudan" a reducir el número de personas sin hogar que duermen en la calle. Por el contrario, solo agravan su situación financiera, generando:
- Multas impagadas
- Deudas acumuladas
- Costes administrativos irrecuperables para el municipio
"La medida no ha cumplido su objetivo", declaró la alcaldesa.
Aunque el municipio ya era reticente a imponer estas multas, en la práctica se aplicaban regularmente, incluso cuando las personas afectadas no causaban disturbios.
Intervenciones centradas en la asistencia
En la mayoría de los casos, las personas sin hogar que se refugian en portales o espacios públicos se marchan voluntariamente cuando se les solicita.
Si una situación genera molestias:
- La policía puede remitir al afectado a instituciones de asistencia.
- El servicio municipal de salud GGD Ámsterdam puede intervenir para atender a quienes rechazan sistemáticamente la ayuda o generan más problemas que otros.
Este enfoque pretende priorizar la asistencia social sobre el castigo económico.
📄 Cambios en la normativa municipal
La base legal para imponer estas sanciones ya ha sido eliminada del conjunto de regulaciones municipales.
No obstante, aún está bajo revisión si el municipio podrá sancionar a turistas que duerman en sus coches durante la noche.
Otras ciudades neerlandesas también revisan sus políticas
El debate sobre las multas a las personas sin hogar no es exclusivo de Ámsterdam:
- Utrecht: el periódico callejero St. Maarten anunció que comenzará a pagar las multas de personas sin hogar multadas por dormir en la calle.
- Leiden: el ayuntamiento decidió a principios de mayo suspender la imposición de estas multas durante el resto del año.
- Róterdam: en mayo, el consistorio expresó su descontento con la continuación de las multas, a pesar de las promesas previas de detener esta práctica.
El giro en la política de Ámsterdam podría ahora servir de ejemplo para otras ciudades neerlandesas que aún debaten cómo gestionar la problemática de las personas sin hogar sin criminalizarlas.