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Ámsterdam desplegará agentes especiales contra el acoso sexual callejero

Personas caminando por una calle de Ámsterdam
Personas caminando por una calle de Ámsterdam © Fons Heijnsbroek en Unsplash

Ámsterdam se integrará al programa piloto nacional que permite a agentes especiales de seguridad (PAE o BOA) intervenir directamente ante casos de acoso sexual en espacios públicos.

La alcaldesa Femke Halsema lo confirmó esta semana al ayuntamiento, y se espera que en los próximos días se envíe una carta con los detalles y la fecha de inicio del proyecto en la ciudad.

El programa ya funciona en ciudades como Róterdam, Utrecht y Almere, y busca ofrecer una respuesta más rápida y efectiva ante situaciones de acoso callejero, que sigue siendo un problema persistente en los Países Bajos.

🚫 Desde 2024, el acoso sexual en público es ilegal

El 1 de julio de 2024 entró en vigor una ley nacional que prohíbe el acoso sexual en espacios públicos, incluyendo la calle, el transporte y hasta plataformas digitales. La norma sanciona comentarios, gestos o sonidos de carácter sexual no deseado que generen un ambiente hostil, humillante, ofensivo o amenazante.

Con esta ley, las autoridades pueden actuar cuando una persona crea una “situación degradante, humillante o dañina” mediante su comportamiento.

¿Qué pueden hacer los agentes PAE?

Los PAE, tanto uniformados como de civil, patrullarán zonas consideradas de riesgo, basadas en reportes y análisis previos. Si presencian una situación que encaje en la definición legal de acoso, pueden:

  • Intervenir directamente.
  • Redactar un informe policial del incidente.
  • Enviar el informe al Ministerio Público, que decidirá si el caso va a juicio.

Este modelo ya ha dado resultados: en 2024, un agresor en Róterdam fue multado tras una denuncia gestionada por los BOA, marcando la primera condena bajo este nuevo sistema.

¿Por qué es importante este piloto?

Aunque el acoso callejero es frecuente, la mayoría de los casos no se denuncia, ya sea por miedo, desconfianza o desconocimiento. El objetivo del piloto es probar si los agentes municipales pueden complementar a la policía y así hacer que la ley se aplique de forma más constante y accesible.

Además, esta medida busca aumentar la confianza de las víctimas en los procesos legales y reducir la impunidad en estos casos cotidianos pero dañinos.

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